No todo el mundo se plantea esta cuestión, pero vale la pena dedicarle un momento: a la hora de comprar un PC nuevo ¿importa el sistema operativo? ¿Importa si incluye sistema operativo? Como se suele decir, depende.
Lo más habitual es que el usuario opte, por activa o por pasiva, por Windows, el sistema operativo para PC más popular del mercado. Sin embargo, incluso en este caso, han cambiado mucho las cosas en los últimos años. Aun cuando sigue siendo común que a la hora de comprar el equipo ya incluya Windows preinstalado, cada vez lo es más encontrarse con lo contrario.
Hay quien lo prefiere así, porque ya tiene una licencia de Windows y se ahorra un poco de dinero, aunque lo cierto es que el ahorro es, actualmente, irrisorio. Y es que, a día de hoy, la mayoría de ordenadores con Windows preinstalado incluyen una licencia OEM, mucho más barata, pero no reutilizable, ya que queda ligada al equipo en que se activa.
Pero no hay mal que por bien no venga: si no se dispone de una licencia de Windows tradicional, cualquiera puede adquirir una licencia OEM por unos 20 euros, por lo que comprar un equipo sin sistema operativo, siempre que salga bien de precio, es una solución tan buena como cualquier otra.
Otra solución es instalar alguna de las muchas distribuciones Linux que existen. De hecho, es una solución muy conveniente para quien no tenga requisitos específicos, puesto que han avanzado muchísimo en los últimos años y son sencillas de instalar, de usar y ampliamente compatibles con hardware y software (¡también juegos!), además de gratuitas. Algunas distribuciones Linux recomendadas para nuevos usuarios son Ubuntu o Linux Mint.
Por supuesto, si montas un ordenador de sobremesa por piezas y no tienes ya una licencia de Windows, comprar una nueva o probar alguna distribución de Linux, es una opción recomendable para todo tipo de usuarios. Con unos conocimientos básicos en el uso de computadoras, es más que suficiente para llevar a cabo esta operación.
Por otro lado, si bien es común comprar un PC nuevo con Windows preinstalado, hay alternativas definidas de principio a fin. Por ejemplo, si compras un PC de Apple, llevará sí o sí macOS como sistema operativo. Como lo es comprar un Chromebook, una opción cada vez más popular, y que lleve ChromeOS.
En resumen, salvo que sepas muy bien lo que quieres, no hay mayor problema en adaptarse a una oferta puntual y darle una oportunidad a macOS, ChromeOS, Windows e incluso Linux. Prioriza el ahorro, siempre y cuando cumpla con tus necesidades.